Un año perdido
Las promesas del ayuntamiento un año mas van a ser incumplidas por el alcalde Juan Carlos Aparicio, a pesar de que Autocid Ford Burgos a conseguido el ascenso deportivo a la liga ACB y que las corridas conmemorativas de las fiestas de San Pedro y San Pablo no se han podido llevar a cabo a causa del mal estado de las instalaciones de la plaza de toros.
Como bien sabe el electorado burgalés el alcalde prometió en las pasadas elecciones que se llevaría a cabo la construcción de un complejo deportivo que albergaría ambas instalaciones en un edificio moderno que pudiese ser usado a lo largo de todo el año por varias disciplinas deportivas y adaptable cuando fuese necesario a una plaza de toros con todos los adelantos tecnológicos que ayudasen al espectáculo. Pero tres años después de las elecciones el proyecto sigue parado por “falta de presupuesto”.
El problemas es que, se ha estado despilfarrando el dinero en obras innecesarias a lo largo de toda la ciudad, incluso se ha desaprovechado el “Plan E” que en un principio iba a ser solicitado para la construcción de este fabuloso complejo.
Poca gente recordará lo que ocurrió en 1960 en nuestra ciudad, pero fue un claro ejemplo de que los burgaleses no nos dejamos tomar el pelo por nadie. En aquel entonces la plaza de toros estaba situada en la plaza España, su estado era similar a la del actual, es decir, desastroso. El alcalde de entonces prometió que construiría un nuevo coso, pero como el actual, incumplió sus promesas. Los burgaleses decidieron salir a la calle a manifestarse exigiendo el cumplimiento de las mismas realizadas años antes. Tras un mes de manifestaciones diarias reprimidas por la policía, se puso la primera piedra de una nueva plaza de toros. Estas manifestaciones fueron un referente nacional, ya que, nunca antes toda una ciudad entera se había levantado contra sus dirigentes. Por desgracia las represiones causaron cientos de heridos y alguna “muerte accidental” silenciada.
La plaza de Vadillos fue demolida años mas tarde, pero supuso durante décadas un símbolo de victoria popular, frente a un gobierno mimado por el régimen.
Por suerte hoy vivimos en una democracia y todo ciudadano tiene derecho a manifestarse sin correr peligro su vida. Pero por desgracia a día de hoy, las manifestaciones en esta ciudad no sirven para nada, ya que, el alcalde y su equipo de gobierno solo se preocupan por el ciudadano en época de elecciones y eso solo es cada cuatro años. Sino solo hay que recordar el antecedente del hospital, ningún ciudadano quiere que se privatice, pero aun así la gestión será privada.
Ya hemos tenido unas fiestas sin toros, por el mal estado de la plaza. Y el mejor club deportivo actual de la ciudad se ha visto imposibilitado a ascender a la mejor liga europea de baloncesto a causa del reducido aforo de sus instalaciones. Pero esperamos que el año que viene no se repita la misma historia y tengamos que volver a lamentarnos por lo que se podría a ver hecho y todavía no se ha llevado acabo.
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